lunes, 6 de febrero de 2012

Susurros y caricias

Ya es rutina, acostarme de noche en cama y sentir aire en la oreja. Las primeras veces me asustaba, porque en mi cuarto es imposible que entre aire de ningún  lado, y da igual en la postura que me ponga, el aire siempre me va a las orejas, como metiéndose por el oído, al igual que cuando alguien nos susurra... pero aire frío, muy frío. A lo largo de las semanas pasó de ser solo susurros a acariciarme la frente, de tal manera que notaba cómo algo intentaba apartar el pelo de mi cara. 

Casualmente, esas caricias aparecen cuando realmente las necesito: Un mal día, dolor de cabeza, gripe... Cuando realmente añoramos cariño y comprensión. Sigo sin saber qué o quién puede ser, pero sé que daño no me quiere hacer. Lo que me asusta es que cuando intento dormir y no lo noto, lo echo de menos. Las caricias en la frente puedo comprenderlo, pero ¿El aire? ¿Intentan decirme algo? ¿Cómo puedo adivinar el qué? Una vez más, gracias por leerme y por vuestros comentarios.

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