miércoles, 18 de enero de 2012

En ocasiones oigo voces


Siempre me ha ocurrido, de estar en casa despreocupada utilizando el secador de pelo o haciendo cualquier cosa absurda y de repente escuchar mi nombre, pararme y preguntar a mi madre o a la persona que en ese momento está en casa qué quiere, y que respondan que no han dicho nada. Apuesto a que a muchos os ha ocurrido alguna vez. Siempre son palabras sueltas, sin contexto, o simples ruídos como si alguien tosiese. Nunca le he dado importancia, pero ahora esas voces vienen a mí por la noche cuando voy a dormir.


He leído que aparentemente es algo lógico y científicamente probado que las conversaciones que mantenemos durante el día se guardan en nuestro subconsciente y al dormir se repiten en nuestro cerebro sin conexión ninguna con lo que podamos estar pensando en ese momento. Una teoría que podría creerme si no fuese por lo que me ocurrió el otro día.

Fue durante la siesta. Los que habéis leído mis entradas anteriores os daréis cuenta de que las cosas "paranormales" siempre me ocurren cuando duermo después de comer. A propósito, si alguien me puede dar alguna explicación de ello se lo agradecería. El tema es que me acosté en cama, y del frío que hacía me estaba costando acomodarme para dormir, así que decidí cerrar los ojos y relajarme. No pasó ni un minuto cuando en mi oído izquierdo escuché una voz que me dijo "Arriba del todo a la izquierda". Inmediatamente abrí los ojos y miré a mi alrededor. La habitación tenía mucha luz por el sol de la ventana, y miré para el techo a donde la voz me había indicado, pero no había nada. Era la voz de un niño (o niña, pues no sabría distinguirlo). Una voz que en mi vida oí. ¿Pudo ser un espíritu? Gracias por vuestros comentarios.

martes, 17 de enero de 2012

Primeros pasos en el mundo astral

Hoy me ha vuelto a ocurrir, pero a diferencia de la anterior vez, he salido de mi cuerpo. Me hace gracia que cuando lo intentaba conscientemente no lo lograba, y ahora lo hago sin quererlo. Ha sido ayer, otra vez tumbada en el sofá durante la siesta. Empecé a notar un cosquilleo por todo el cuerpo y que estaba casi dormido. Sin embargo, como en mi primera experiencia había notado "el zumbido" y la presión en la cabeza, esperé a que esto ocurriese, y cuando sucedió, me incorporé. He leído sobre personas que dicen lo sencillo que es flotar, dar "el saltito" y verse a sí mismos en la cama durmiendo. A mí me costó una barbaridad lograr ponerme de pie, pues me caía, como si mi alma pesase lo mismo que mi cuerpo. Una vez que lo conseguí noté que mis pies flotaban un poco, pero se hundían, así que decidí sacudir los brazos como si fuese un pájaro para poder subir más arriba. Subí algo, pero me cansé tanto que desistí. Entonces me acordé de ver mi cuerpo en el sofá, y me acerqué por el suelo. No sé si es normal, pero mi cuerpo no estaba nítido, no me veía entera y por supuesto no me impresionó para nada. Me pareció todo tan aburrido que me tiré "en plancha" sobre mí misma para volver. Ahí terminó todo.

¿Por qué me sucede esto dos días seguidos? ¿Puede ser que necesite ir al mundo astral para saber cómo arreglar algo importante aquí? Gracias por los comentarios.

sábado, 14 de enero de 2012

Intentando un desdoblamiento astral

Hace un tiempo comencé a documentarme por curiosidad acerca de los viajes astrales y desdoblamientos. La primera vez que lo intenté me acosté en cama, comencé a relajar todo el cuerpo hasta el punto de sentir que no podía moverme, sensación de peso. Una vez relajada totalmente, con los ojos cerrados, me propuse no pensar en nada más que disfrutar de la sensación de ser solo materia. De repente, empecé a notar un hormigueo fuerte en las piernas y a moverme, del mismo modo que nos movemos cuando estamos tumbados en una colchoneta en una piscina. Hacia delante y hacia atrás, notando el vaibén de las olas.


Esa noche no logré nada más que eso, pero para ser mi primer intento creo que fue un logro. Posteriormente lo seguí intentando varias noches, pero la relajación era tan grande que el sueño terminaba por vencerme. Tuve un pequeño percance hace pocos meses que me ha perjudicado en la práctica del desdoblamiento. Me sometí a una operación con anestesia general y fui víctima de lo que se denomina "percepción intraoperatoria." No viene al caso, pero imaginaréis que no debe ser muy agradable despertarse en medio de una operación. No me podía mover, pero sentía dolor. Una situación de impotencia y desesperación que no deseo a nadie. Desde entonces he intentado realizar la técnica para relajarme, pero me quedo sin respiración y me agobio, pues todo es muy reciente y siento revivir aquel horrible momento.

Por ello lo fui dejando, intentando perder interés por estas prácticas, pero hoy ha sucedido algo extraño. No acostumbro a echar siestas después de comer, pues me producen mareos y me sientan mal. Hoy estaba tan cansada que ni me lo pensé y me acosté en el sofá. Después de dormir mucho rato, me "medio desperté", supongo que estaría en estado de vigilia. Primero empecé a notar zumbidos muy fuertes en los oídos. Estaba un familiar mío en el salón viendo una película, pero yo solo escuchaba el zumbido. No era seguido, si no que paraba un segundo y retomaba. Lo que ocurrió a continuación me cuesta hasta describirlo. Algo hizo que yo decidiese incorporarme. Lo hice lentamente, y enfrente de mí había una especie de agujero negro que desprendía mucha luz, pero una vez que se entraba en él todo era oscuro. Comencé entrando por la cabeza, pues fue como si yo levitase, algo indescriptible. A continuación todo terminó, supongo que por el miedo que me dio la oscuridad de aquel túnel, donde creo recordar que incluso vi alguna sombra.

Me he quedado muy sorprendida de este intento de desdoblamiento involuntario, y quisiera saber si alguien ha experimentado los zumbidos y el agujero o túnel negro, ¿Qué me esperaba allí? ¿Otra dimensión? Espero vuestros comentarios.

Una vida diferente

Todos nos sentimos especiales en este mundo, pero pocos prestamos atención a las señales que nos envía el Universo. Desde pequeña he sentido cosas que nadie podía percibir, sensaciones inexplicables que nadie podía comprender. A diferencia de mucha gente, a medida que he ido creciendo, esa cualidad ha ido aumentando hasta el punto de sentirme fuera de lugar y de no salir a la calle, pues por más que intento explicar lo que me sucede a familia y amigos, son vivencias que solo se entienden cuando ocurren en propia piel. Tras visitar durante estos últimos meses blogs y foros como simple lectora, he decidido abrir mi propio espacio para poder relatar lo que me sucede, con la esperanza de encontrar personas en la misma situación. Realmente no sé la acogida que tendré en la blogosfera, o si esto terminará siendo un diario personal, pero sea lo que sea, os doy la bienvenida.